domingo, 23 de junio de 2019

Noches de Pulque y Ballet


Todo estaba saliendo perfecto, el ballet había sido mágico tal y como ella lo había predicho, durante la función  pudo ver el brillo en sus ojos, era obvio que él lo había disfrutado mucho.

Justo en ese momento estaban entrando a un bar, todo estaba en penumbra, sin embargo, cada mesa tenía una vela vieja que le daba un aire de romance y misterio, él estaba muy emocionado de probar el pulque y ella estaba emocionada sólo por saber que él estaba ahí. Karen había estado planeado esa cita con un mes de anticipación, había pensado cada detalle y por supuesto eso incluía el aire de quien se deja llevar para que todo pareciera espontáneo.

Tenía delante de si un pulque sabor a coco con canela, lo tomó con cautela y le dio el primer sorbo, para su sorpresa realmente le gustó el sabor, después subió la mirada y ahí estaba él con sus ojos negros fijos en ella, su piel aceituna tersa y sin imperfecciones, su sonrisa perfecta, blanca, cálida y auténtica, su rostro inundado de ese aire entre intelectual y misterioso que la volvía loca. Inconscientemente sonreía, pero no por nervios o cortesía, sonreía de oreja a oreja porque no podía imaginar nada más perfecto que estar ahí en ese momento y lugar, levantó su mano y tomó un mechón de su cabello que luego coloco detrás de su oreja, le dedicó una mirada profunda llena de deseo, de amor, de locura, pero sobre todo de esperanza, esperanza de que ese día por primera vez él la viera de la misma forma que ella lo veía a él. De pronto el sonido de su voz la trajo de vuelta a la realidad.

-¿Quieres saber algo que me pasó? Estoy muy impactado y me gustaría hablar de eso

- Por supuesto, puedes decirme lo que sea- sonrió, pero por dentro hizo un esfuerzo sobrehumano para contener su emoción

-No sé si debería decírtelo, es sobre una mujer, ¿Estas segura de que lo quieres escuchar?

-Que dices, ¿porque no querría escucharlo? -Su corazón se detuvo, supo que quería hablar de ella, algo se rompió en su interior y la única razón por la que la sonrisa no se borró de su rostro fue que sonreír le era demasiado natural, casi automático


-No lo sé, podrías tener tus razones y yo lo entendería


- De que hablas, cuéntamelo ya- Karen bajo rápidamente su mano y comenzó a ahorcar sus dedos debajo de la mesa en un intento fallido de provocarse a si misma un dolor físico más grande que distrajera su mente del dolor real.

-Esta bien, estuve hablando con Diana, de la que ya te había contado, ¿la recuerdas?, bueno pues descubrí que no tiene novio- Claro que la recordaba.

-Y ¿qué quieres hacer?-  Karen tomo el tarro de pulque y cubrió su cara, fue sólo un segundo pero el suspiro que dejó ir llevaba toda la emoción que estaba a punto de desbordar a través de sus ojos, luego le dio un sorbo más grande del que hubiera dado de forma normal, cerró los ojos y busco fuerzas en su interior para continuar y mantener la cordura.

-Pues no lo sé, estoy confundido, ¿alguna vez te dije que ella es lo más parecido a mi alma gemela que he conocido?

-No, no lo recuerdo- para ese momento lo poco que quedaba de su corazón estaba completamente destrozado, tomo otro sorbo de pulque porque necesitaba otra bocanada de aire para sobrevivir, después casi encaja sus uñas en la piel de su mano y pensó todas las excusas probables para poder salir de ahí cuanto antes, pero no pudo moverse ni un centímetro, esa era la clase de pláticas que debía enfrentar

-Si, ella es todo Lo que siempre he buscado en una mujer.

-¿Es por ella que no sabes si vas a ver a tus amigos este fin de semana?  ¿Quieres Invitarla a salir? - sus ojos estaban tan pendientes de él que no pudo evitar notar que la estaba viendo, pero viendo de verdad, escrutando su alma.


Entre el tercer trago de pulque y un suspiro que duró la eternidad Karen entendió que estaba presenciando la mirada de alguien que la veía sólo como amiga y confidente. No pudo evitar preguntarse si esta vez había sido como todas las demás ¿el coqueteo y la intimidad habían estado solamente en su cabeza?, ¿Todo el tiempo que pasaron juntos no fue suficiente?, quizá el problema era que ella no era suficiente, saberse tonta una vez más dolió.

-No es por ella, sin embargo, quizá es algo que tengo que pensar

Ni siquiera pudo decir algo más, estaba cubierta de tristeza y desesperanza, pesaban tanto que tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para levantarse de la mesa e ir al baño. Se vio al espejo 5 min y vio en ella todo lo que él no había podido ver, y también vio todo lo que no era y nunca iba a ser. Antes de volver a la mesa, lo observó desde lejos, y sonrió, porque quizá si era una tonta, pero seguiría siéndolo muy a su pesar, porque lo que si no podía evitar eran las reacciones de su cuerpo al verlo.

De Regreso a la mesa dejó de escuchar la conversación y se limitó a asentir y guardar sus energías para evitar llorar. Sus labios estaban tan cerca que dolía. Y ahí en el lugar que había pensado como el parteaguas de su vida se dio cuenta de que nada pasaba y nada iba a pasar. Eran sólo amigos, otra vez.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Corazones Alados


Ángela se vio una vez más en la delgada capa de agua que se había estancado en un pequeño  surco en la arena, su delicada piel aceituna resplandecía bajo el cálido sol matutino, sus labios grandes estaban agrietados debido a las recientes sequías y sus ojos medio abiertos reflejaban todo el cansancio de su cuerpo.
-Ángela vuelve al trabajo, concéntrate.
-Madre- dijo Ángela al tiempo que volvía su cuerpo en un ademan delicado y suave, como de quien habita en su propio universo- ¿Porque algunos hombres no nacen libres?.
-Es porque el corazón de los hombres es pesado, entonces al caer desde el cielo es imposible controlar la dirección de la embestida, cada quien cae en una posición y debe aceptar la sabiduría del destino.
-y ¿Qué pasaría si nuestro corazón aligera su carga? ¿Entonces podría decidir a dónde ir?
La madre de aquella pequeña sintió un pinchazo de tristeza, veía la cara de Ángela, tan llena de ilusiones y se recordó a sí misma en la edad en la que todo era posible, entonces decidió dar un regalo a su hija y no decirle que los corazones de los esclavos son negros y pesan mucho más que el resto de los corazones de los hombres y que por eso no podían  ser libres.
-Si lo deseas con suficiente fuerza y eres una niña buena algún día podrían salirle alas a tu corazón y volar libre lejos de aquí.
Ángela sonrió fascinada, y aunque seguía trabajando la tierra, de pronto el aire se sentía más fresco, la brisa más húmeda y el sol más cálido, se sintió un poco más libre.
Aquel día marco la vida de Ángela para siempre. Aunque lucho encarnizadamente por su libertad con el pasar de los años fue siendo más sabia. Con frecuencia  lloró, gritó, odió  y amó pero al final entendió que las almas son siempre libres aunque tengan un corazón pesado.
Él día que Ángela murió, el cielo se puso triste,  todos lloraban amargamente pues sabían que la esclavitud es una posición permanente tanto en la tierra como en el cielo. Algunos  bailaban alrededor de la fogata junto a su cuerpo, cantaban a la luna para que guiara de forma correcta a la abuela Ángela hacia el mundo  de los muertos.
Los canticos frenéticos desprendieron polvos plateados  que despertaron a la luna. Esta como de costumbre iluminó el cadáver junto al fuego con un halo de luz cálido y  eterno. Luego una luz parpadeante comenzó a bailar en el ombligo de  Ángela y poco a poco comenzó a crecer,  de pronto en el centro de la gran luz apareció un azul profundo como el cielo estrellado y poco a poco fue transformando en verde, de esmeralda viró en un amarillo y este a su vez se volvió  tan intenso que todos quedaron cegados.
Cuando los mayores recuperaron la visión vieron unas alas gigantes que aleteaban delicadas como seduciendo el viento, negras en los bordes,  azul turquesa en las periferias y verde intenso hacia el centro,  había pequeñas manchas blancas que llenaban aquellas alas de vida.
En el lugar en que las alas nacían estaba el cuerpo acabado de Ángela, sonreía como siempre, sintiéndose libre. Los aleteos comenzaron a cobrar fuerza y  Ángela empezó a ascender  delicadamente por el cielo azul formando grandes hélices infinitas, dejando tras de sí una estela de esferas luminosas que bañan al resto de la tribu penetrando y alimentando sus agotados corazones.
Todos los esclavos vieron el cielo hasta que Ángela desapareció, algunos lloraron amargamente porque también querían ser libres. Y otros más guardarían en su corazón aquella historia que de generación en generación  explicaría  cómo la suficiente fuerza de espíritu  podría salirle alas a los  corazones  y ser libres.


viernes, 2 de noviembre de 2012

Gabriel

He perdido la noción total de tiempo, no sé cuándo ni cómo terminé aquí, tampoco sé si algún día voy a salir. No distingo el inicio ni el final. Estoy atrapado en la inmensidad. No hay ningún color, no hay cosas, no hay sonidos, lo único a lo cual he logrado aferrarme es esta hambre atroz que roe mis entrañas y me recuerda que de alguna manera bendita y cruel aun existo… Es un día nublado, de esos que me encantan, porque están hechos para consentirnos, sin embargo desde que me he levantado sentí una gran pena en el corazón, anoche reviví el día de la tragedia, las imágenes de mi padre tirado en el camino, su rostro cubierto de sangre, los gritos de auxilio de mi madre, la cara de culpa del pobre Octavio, después el llanto inconsolable de la abuela. Solo de acordarme he agotado mi dosis anual de lágrimas y apenas son las nueve de la mañana. Nunca he sido fanática de las festividades pueblerinas, sin embargo la abuela dice que hay que tenerle respeto a la muerte y que olvidarse de los muertos es como demeritar todo lo que hicieron por nosotros en vida. Mamá preparo las enchiladas favoritas de papa, y mientras la abuela correteaba a todos los sobrinos para acomodar el altar yo me he sentado en la cocina a hacer alfeñiques de todas las frutas pero en particular muchos plátanos que eran sus favoritos. En realidad no sé si sea verdad que él va a venir pero he procurado poner en ello todo mi amor, quiero que sepa que no lo hemos olvidado. Después de todo este tiempo he aprendido a acostumbrarme al silencio, es frío, martillea y duele pero es constante. Sé que estoy en busca de algo y me angustia no saber que es ni donde comenzar a buscar. Un hilito de luz apenas visible se interpone en mi camino, es totalmente diferente a todo lo que existe, cambia de forma, me seduce, me acerco muy despacio , con temor a que desaparezca, concentro en él toda mi atención y un alivio minúsculo comienza a invadir mi inmensidad. La luz desaparece, pero en su lugar surge otro hilito me desplazo con rapidez, luego una serie de hilitos consecutivos aparecen y me arrastran con ellos, todo aquel conjunto de diminutos destellos de alivio me hacen olvidar el sufrimiento constante. ¿Eh Gabriel eres tú?. Mi mundo se detiene, de donde es que viene ese sonido, es lejano y burdo llega despacio como en partes, en realidad no tiene ningún sentido, pero la última palabra, Gabriel esa capta mi atención, es suave y la siento como mía, deseo con todas mis fuerzas que aquella desgastada voz continúe. Gabriel, porque sigues aquí, creí que habrías dejado este mundo hace mucho tiempo, ¿Qué pasa? tienes miedo de irte, o quizá aún no has logrado encontrarte. Gabriel aquella palabra suena una y otra vez, encontrarse, dónde, cómo, irse, si ni siquiera sabe dónde está. Ha ya veo mi pequeño, la muerte ha sido un paso difícil eh, supongo que morir aplastado por un caballo no es nada sencillo, anda termina ya de beberte todas las esencias, que tu familia cocinó todo esto solo para ti, luego que acabes intenta usar un poco de la cordura que llega con el amor y encuentra tu camino antes de que el hambre nuble tu vista otra vez. Familia, de pronto lo invade una tristeza brutal, y se hace consiente del gran hueco que hay en esa extraña realidad, luego se viene un dolor inmenso, lejano de cualquier cosa conocida ,es el dolor del alma que quiere descansar, entonces empieza su búsqueda con ánimos renovados, penetra todos los rincones, y va recolectando pequeñas piezas del gran rompecabezas, empieza por hacerse consciente de sus emociones, de sus deseos, luego revive sus sueños, aviva los triunfos y deja ir las derrotas pasadas, recuerda la tragedia, perdona, y en un suspiro deja ir todo lo que aún le quedaba en el corazón. Ahora sabe que su tiempo ha terminado y está listo para irse. Entonces todo aquel universo se inunda de luz, una luz blanca brillante llena de paz. Se entrega por completo y se une a la masa radiante de donde todo comienza y donde todo termina. Un olor Familiar me ha despertado de súbito, cojo mis sandalias y corro por el pasillo, según el reloj son apenas las 1:00 de la mañana. Abuela!! Papá está aquí, mamá!!!! ¿Puedes olerlo? Es el olor de papa cuando llegaba del trabajo, está aquí. La pequeña corre tan de prisa que casi se tropieza, pero al llegar al altar la imagen de la vieja ciega vidente del pueblo la detiene en seco y le hiela la sangre. Tranquila niña, solo he pasado a saludar a tu padre, estate tranquila que te dejo todo el amor que sus viejos huesos pudieron guardar, sin embargo siéntete feliz lo ha logrado, por fin ha superado la muerte.

lunes, 26 de marzo de 2012

La cajita azul

Hace mucho que camino sin un rumbo fijo, justo ahora siento un nudo en la garganta que hace un vórtice con mi estómago y llega hasta mi espalda, me siento cansada, no quiero seguir, no ha sido un mal día pero tampoco ha sido un buen día, siento el hormigueo del desazón, el fastidio en mis sienes, los ojos cansados, y por encima de todo siento una rabia inmensa.
Siempre creí viviría intensamente y que no desperdiciaría ni un minuto, que vendría a este mundo a dejar huella, a hacer algo grande, pero el tiempo siempre pasa, con el ritmo habitual, cada vez más rápido, y aun no he hecho nada que valga la pena, me siento avergonzada, es imposible contener el llanto a mares.
Un día como siempre andando por la vida sorprendo una pequeña luz que se asoma en la lejanía y encuentro sepultado en el fondo de el laberinto en el que he convertido mi mente una cajita azul, tan pequeña que aunque había estado allí todo el tiempo había pasado inadvertida, me acerco temerosa, el azul brillante me produce una sensación de bienestar y adrenalina familiares pero casi olvidados, al tacto se siente frío y suave, recorro los bordes con la esperanza de que ese momento se alargue un poco más, encuentro la ranura que descubre el secreto del fondo, se me hace un hueco en el estómago, me digo a mi misma que realmente a esas alturas no tengo mucho que perder así que tomo la hendidura con delicadeza, entrecierro los ojos y con la piel chinita de por la emoción lentamente la abro, del fondo salta una luz inmensa, brillante, cálida, apenas puedo mantener mis ojos abiertos porque la luz lastima, no puedo tocarla pero puedo sentir su abrazo en mi alma, siento lleno todo lo que siempre estuvo vació, una repentina felicidad me invade, sonrio.
Todo ha pasado tan rápido que apenas tengo un fugaz recuerdo de la bella luz, mí alrededor sigue siendo gris, excepto por la cajita azul que descansa unos metros delante de mí, todo se ve igual pero se siente diferente. Sigo caminando en la misma dirección pero mi propósito no es el mismo, ahora estoy convencida de que vale la pena vivir tan solo para al final del camino convertirme en una cajita verde que dé su último rayo de luz a un alma necesitada de vida que me dé por único pago la sonrisa por la que todo el esfuerzo habrá valido la pena.

martes, 3 de enero de 2012

tomando un trago de amor

-Siempre he creído que el amor es sencillo, prácticamente podrías enamorarte de cualquier persona, es decir existe una posibilidad real de que el sentimiento se produzca con la primera persona que se te pase enfrente, lo que hace la verdadera diferencia son las circunstancias.
-Pero que dices, claro que no, jamás, es una locura.
- Y dime tu, que es lo que lo convierte en una locura, no digo que vayas por la vida enamorándote de cualquiera, solo que la posibilidad existe aunque no seamos consientes, velo de esta forma, somos tan increíblemente primitivos que aun dependemos totalmente de lo que dicta nuestro interior, buscamos cosas simples, seguridad, aceptación, caricias, en realidad cualquier persona que se lo proponga podría convertirse en eso que buscas.
- Pero eso le quita totalmente lo especial al amor, lo hace corriente, si te puedes enamorar de cualquiera ¿Porqué sería tan preciado y difícil de encontrar?
-Exacto esa es justamente la paradoja de la vida, es tan simple que nos negamos a entenderlo, en realidad amar es de lo más sencillo, se da de forma natural, lo complicado radica en el hecho de que las circunstancias por alguna razón casi nunca son favorables.
- Pero ¿A qué te refieres con las circunstancias?, ¿Qué son?, ¿Cómo es que se volvieron tan importantes?
-Las circunstancias lo son todo, porque las circunstancias son el resultado de tus decisiones, de cómo tomas tu vida, son el total reflejo de tu crecimiento personal, y son el espejo reflector del ser humano en que te has convertido, las circunstancias son el yo que has decidido forjar.
-Pero, que paso con el destino, con las almas gemelas.
-Nada, siguen allí, marcando el curso de las cosas, aunque en realidad carecen totalmente del poder para afectar tus decisiones, esas lo son todo, porque puede que encuentres a tu alma gemela, y lo sea todo para ti, pero que debido a las circunstancias lo suyo no pueda ser, que tal que estas casada y en realidad eres feliz, en ese caso tu alma gemela llegó demasiado tarde.
-Pero si las circunstancias no se dan en el momento esperado, ¿Puedes esperar a que eso cambie e intentarlo nuevamente?
-Esa en realidad es una muy buena pregunta, eso depende de ti, aunque por lo general es un juego de azar, porque no solo tus circunstancias están en constante evolución, también las de todo el mundo lo están, esa es la razón por la cual tu amor de infancia quizá ya no empata contigo en lo absoluto, sus caminos fueron en direcciones contrarias, o quizá también es la razón de que te hayas reencontrado con el niño apestoso de la clase y resulto que en realidad era justo lo que siempre soñaste.
-Creo que estoy confundida, ¿Porqué mis circunstancias jamás empatarán con la persona deseada?
-Así es como regresamos al punto central de esta conversación, en realidad es simple, pero nunca dije que fuera fácil, la probabilidad de que las circunstancias de dos personas empaten a la perfección, es casi tan minúscula como el hecho de que dos moléculas impacten en la dirección y sentido correcto, y aun contra cualquier pronóstico se da, eso es lo que lo hace tan especial, por eso es una locura, y todo cobra sentido, la mejor parte no solo es encontrar a esa persona con sus circunstancias favorables sino madurar juntos, y convertir ambas circunstancias en una sola sin perder tu propia esencia.
-Wow! Jamás veré al amor de la misma forma, me agrada tu visión.
- Me alegra que te agrade, lo que quiero decir es, no te aferres a las personas, porque en teoría podría ser la adecuada solo que las circunstancias no están de acuerdo, se paciente. n_n

domingo, 25 de septiembre de 2011

Elena

“Quienes venimos a este mundo somos irremediablemente suicidas, pero no todos de la misma calaña.”
Mario Benedetti
El gris del cielo combinaba perfecto con los vestidos negros que lucía la gran mayoría de aquella desconocida multitud, el aire como enfurecido volaba todo a su paso, y los cabellos dorados de Elena azotaban su rostro infantil, miraba a su alrededor sin entender porque todos lloraban, parecía que hasta el cielo estaba triste, había comenzado a chispear.
Elena vestía un ampón vestido de lana negro, combinado con su saco gris de cuadros, su madre había estado llorando toda la tarde, y Elena había permanecido aferrada a ella, le preocupaba mucho, pues, en sus apenas cinco años de vida nunca la había visto llorar.
Una mano pequeña pero fuerte comenzó a sacudir a Elena desesperadamente, ella medio adormecida por el frio tardó en reaccionar, pero cuando se volvió lo único que vio fue la silueta de Leo alejándose con rapidez, un impulso desconocido la hizo soltar a su madre y correr detrás de él, el frio hacía difícil mantener la mirada fija y el terreno pedregoso la hizo caer, sin embargo al final encontró a leo hecho un ovillo bajo un árbol.
-¿qué pasa? ¿A dónde vas?
- Voy al cielo, a traer a mamá de vuelta, ¿quieres venir conmigo?
Elena notó las lagrimas en el rostro de Leo, era pequeña, pero su madre le había hablado de la muerte, le dijo que todo debía ser cíclico, que vinimos de un lugar lejano, de un todo, y que tarde o temprano regresaríamos, le dijo que eso era lo que convertía nuestra existencia en maravillosa, porque cada segundo era único, y que si la vida le gustaba o no eso no cambiaria en nada el hecho de que cada día irremediablemente estaría más cerca de morir.
La niña se acerco a leo, lo estrujo entre sus brazos, y luego le dijo al oído:
-Vamos al cielo, solo hay un problema, vas por el camino equivocado...

viernes, 6 de mayo de 2011

Mi sweater de hoyitos rojo

Viernes en la tarde, un día hermoso, llueve, hace tiempo que no lo hacía, huele a tierra mojada, y el azul inmenso del cielo me trae viejos recuerdos, abro la ventana, un ventarrón hace volar las cortinas, aquel aire frio se cuela en mi sweater de hoyitos rojo, revuelca mi cabello, entra por mi nariz y de pronto me invade un escalofrío inmenso, así es como se supone deberían ser todos los días, con olor a ti, me pregunto qué clase de treta es esta que me juega el destino, mira que traerte a mi lado para luego dejarme sentirte solo a gotas, es algo muy cruel, sin embargo espere tanto por esto, que no sería capaz de dejarte ir, creo que soy adicta a tu sonrisa, a tu forma de hablar, a tu forma de mirar, soy adicta a ti, no sé cómo he sobrevivido tanto tiempo, guardando todo este sentimiento para el día que inesperadamente vengas aventarme sobre ti y dejarlo estallar, es tal vez porque toda esta espera me ha hecho paciente, no sé si pensarás en mi como yo en ti justo en este momento, sin embargo por experiencia sé que nadie puede ser indiferente a este grado de amor, y que tarde o temprano tu también vas a estallar, y créeme estaré aquí esperando por ti cuando eso suceda, tal vez solo sea necesario esperar a que deje de llover.